El coordinador de la organización no gubernamental Fundaredes, Juan García, informó que recientemente se han contabilizado más de 1.000 indígenas y campesinos desplazados hacía Colombia, debido al conflicto armado en el estado Apure.
García precisó que las poblaciones apureñas más afectadas por la violencia han sido Puerto Páez, Cinaruco y Capanaparo, y desde el caserío El Burro, estado Amazonas.
“El abandono de hogares y tierras cultivadas estaría asociado al conflicto que por el control de las zonas ribereñas del Arauca mantienen los grupos paramilitares colombianos Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)”, precisó García.
En este sentido, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) alertó que a esta situación se suman las amenazas contra sus vidas en sus territorios, el riesgo inminente de reclutamiento forzado de niñas y niños, y la siembra de minas antipersona por parte de las disidencias de las Farc.